I
Para Carmelo, July,….. amor de su vida
Y dispuesta, entregarle mucha pasión ¡siempre!
Y hacia Washington en rumbó su partida
Regresándose… a despedirse para ¡siempre!
II
Su hermano le hizo la vida un martirio
Maridos,.. ni Carmelo, la pudo detener
Acudir desesperadamente al suicidio
Y de este mundo, dejando de pertenecer
III
¿Pertenecer?... a su marido, ….¿a Carmelo?
Dejó en sus corazones un vacío inmenso
Persistiendo en todos ellos, aquel anhelo…
De momentos vividos,… de pasión intenso
IV
En los oídos de Carmelo, ¡siempre! resuena
Ya todas, aquellas frases, con onda pena
Cuando ella le decía, OH mi sol, ven ¡quémame!
Al final susurraba, OH mi ídolo, ¡llámame!
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La mujer concientemente no cae con un carmelo, es el olvido, la desidia y el desamor de su pareja lo que hace que esta se emocione cunado un fulano se le acerca al oido y se lo endulza con palabras bonitas.
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